Buena pregunta. Y eso es lo que suelo hacer yo, muchas preguntas. Porque si algo me caracteriza es que tengo muy desarrollada la escucha activa y la empatía. Es decir, que me voy a saber poner en tu lugar y en el de tus clientes, para entender qué necesitan ellos y desde dónde lo quieres vender tú. 

Sé que sabes escribir y que tú eres la persona que mejor conoce tus servicios y lo que estos pueden mejorar la vida de tus clientes. Pero una cosa es redactar normal y otra saber presentarlos y comunicarlos para que sientan la necesidad de comprarlos. Ahí es donde entra la escritura persuasiva a hacer su trabajo.

También sé que crear textos orientados a la venta es una habilidad en la que se invierte mucho tiempo. Tú puedes evitar meses de pruebas, retocando los textos una y otra vez porque no te ayudan a vender, y terminar con una comunicación que no te representa.

Aquí es donde entro yo.

No solo soy una periodista a la que le apasiona comunicar, también escribo de manera persuasiva (recuerda que persuasión no es lo mismo que manipulación). Uno el periodismo y el copywriting para conseguir que las marcas cuenten a su público qué hacen, quiénes son, por qué son las que necesitan sus clientes, cómo trabajan y dónde pueden conseguirlo.

Pero esto es algo común a los demás, estarás pensando. Pues sí, pero soy una firme defensora de mantener tu propia identidad en tus textos, esa manera de comunicar que tiene cada uno, y que nos hace diferentes. Por eso, utilizo mi propio método para meterme en la cabeza de mis clientes y te escribo textos en los que sigues siendo tú mismo, para que transmitas todo el valor que puedes aportar, desde la cercanía y la empatía, sin sonar a venta forzada y fría.